Llevamos 4 años pensando en la manera de fabricar tablas de surf sin contaminar. O, por ser más concretos, contaminando lo menos posible. No solo durante el proceso de fabricación, sino también durante su uso y en el momento en el que su vida útil ha terminado.
El proceso de fabricación de una tabla tradicional (foam y fibra) es altamente contaminante. Primero, hay que fabricar los bloques de foam (blanks), que son espumas de poliuretano o de poliestireno. Después, esos bloques de espuma se rebajan hasta obtener la forma de tabla deseada. Durante ese proceso se generan infinidad de metros cúbicos de microplásticos que, en una medida u otra, van a parar a los acuíferos, de estos a los peces, y de los peces a nuestro organismo. Pero no os preocupéis, que todos los shapers recogen, filtran y reciclan esos microplásticos, eh? (Modo ironía: ON)
Una vez que tenemos la forma definitiva de la tabla, se cubre con fibra de vidrio. La fabricación de fibra de vidrio consume mucha energía, porque hay que derretir el vidrio (que puede estar compuesto por diversos materiales, como silicato de sodio, boro, carbonato de sodio, arena de sílice, etc.), darle forma de filamento y luego tejer esos filamentos. Esta fibra de vidrio se endurece con resinas de poliéster o de epoxi. Ambas son tóxicas, y se derraman en grandes cantidades. Por tanto, fabricar una tabla de surf es bastante contaminante. Teniendo en cuenta que hay estadísticas que cifran en una horquilla de entre 14 y 20 millones de tablas nuevas vendidas al año, podemos hacernos una idea del nivel de contaminación generado.
Los fabricantes de tablas están moviendose en el sentido medioambiental con medidas más de imagen que eficientes (greenwashing). En todo caso, NADIE prescinde de, por lo menos, alguno de estos materiales contaminantes. Prácticamente todos, terminan sus tablas con fibra y resina. Algunos incorporan resinas acrílicas (que también contaminan), otros sustituyen los cores de foam por piezas impresas en 3D (que también hay que lijar y cubrir de fibra y resina)... En un sentido o en otro, todas las tablas, incluso las de madera (que se terminan con fibra y resina), contaminan. Por tanto, nuestro plan inicial de fabricar tablas 100% de madera con un método industrial, no satisfacía del todo nuestras expectativas.
Si todo el mundo hace siempre lo mismo, no se pueden esperar resultados diferentes. Necesitamos una solución revolucionaria, capaz de producir tablas de surf de una manera eficiente desde el punto de vista energético e industrial, que utilice residuos de otras industrias para construir las tablas, y que se haga responsable de los materiales utilizados, una vez la tabla deje de utilizarse. Tablas 100% operativas, resistentes a impactos, abrasión y torsión. Tablas que trabajen la hidrodinámica de una manera eficiente. Y WoodWave está en el camino correcto de encontrar esa solución. De hecho, ya la hemos encontrado, y muy pronto podrás saber de ella. Y todo ello, sin que tengas que padecer precios desorbitados o merma en las prestaciones de la tabla. No hay peros. No hay contras. Solo hay soluciones a problemas reales. Permanece atento a nuestras RRSS, porque pronto habrá nuevas noticias.